Agosto es igual a vacaciones, es el mes por excelencia en el que la mayoría de los españoles se van de viaje. Recuerdo que antiguamente, muchas empresas cerraban todo el mes de agosto, obligando a sus empleados a ir de vacaciones con la familia. Las calles vacías de las grandes ciudades y las playas abarrotadas son todo un clásico.
Disfruta de una actividad al aire libre
Junio, julio, agosto y septiembre están llenos de eventos al aire libre. Conciertos, películas al fresco, teatro en la naturaleza. Algunos son gratuitos y otros no, pero todavía puedes disfrutar de un poco de cultura en plena naturaleza.
Acércate al parque verde más cercano
Si vives en una ciudad costera como Barcelona, todavía puedes disfrutar de días de descanso en la playa. Pero si no tienes el mar cerca, no te preocupes, coge un libro y disfruta de un día en un parque rodeado de verde, es relajante y encontrarás que tus pilas se recargan a tope.
Queda con tus amigos después del trabajo
El frío y las largas noches de invierno hacen que ir directamente a casa después de trabajar sean un clásico. En España tenemos la fortuna de que septiembre (e incluso octubre) es todavía un mes cálido y soleado, así que aprovéchalo. Llama a tus amigos o alguien con quien te gustaría pasar la tarde. Poneros al día mientras disfrutáis de unos refrigerios al aire libre.
Mójate
Septiembre trae el otoño y con ello más días lluviosos a nuestra vida cotidiana. Me encanta un buen día gris y lluvioso, quedarme en casa, ver películas o preparar algo delicioso. Pero cuando todavía es verano me parece tan divertido salir en bikini y flip-flops a la calle mientras cae un buen chaparrón. Déjate empapar y experimenta ese sentimiento de libertad y pureza que el agua nos aporta.
Planea una excursión
Antes de que empiece a oscurecer más pronto y bajen las temperaturas, disfruta de una actividad física al aire libre. Vete de caminata a la montaña más cercana, siente el viento fresco en tu cara y cómo la naturaleza llena tus pulmones. Si eres un amante del mar, elige el lago, el océano o una bahía y organiza un paseo en barco o una carrera de kayaks y diviértete navegando las olas.
Disfruta de las últimas cosechas de verano
El cambio de estación conlleva también cambio de alimentos. Las sandías, melones y las frutas con hueso dejan paso a las manzanas, las calabazas o las granadas, así que aprovecha y atibórrate de ciruelas, melocotones y otras frutas de verano antes de que dejen de estar disponibles. Ya, ya sé que actualmente podemos encontrar estas frutas en los supermercados en invierno, pero siempre es mejor consumir según lo que, de forma natural, la naturaleza nos proporciona en cada estación.