¿Es dormir más importante que nuestra nutrición o practicar ejercicio, para disfrutar de una salud óptima?
Las horas de sueño es lo primero que sacrificamos cuando estamos súper ocupados, cuando vamos con prisas o cuando tenemos mil cosas en la agenda por hacer. Hoy en día, podemos considerar dormir casi como un lujo, mientras que en realidad debería ser una de las actividades más importantes en nuestra agenda.
No somos idénticos y todos tenemos diferentes necesidades, pero estudios científicos han demostrado que deberíamos dormir un promedio de 8 horas para que nuestro cuerpo y mente funcionen de forma óptima y eficiente. Sin embargo, la mayoría de nosotros disfrutamos de menos horas sueño.
QUÉ OCURRE MIENTRAS DORMIMOS
Las horas de sueño son el momento en el que nuestros órganos descansan y se recuperan. Se produce la reparación de los tejidos y los músculos.
Mientras dormimos, se liberan hormonas. Unas ayudan a regular el control del apetito, otras el estrés, el crecimiento, el metabolismo y muchas otras funciones vitales.
También se produce la consolidación de la memoria, lo que permite la formación y el almacenamiento de nuestros recuerdos, esenciales para el aprendizaje.
¿Y SI NO DORMIMOS ADECUADAMENTE?
Privarnos de un sueño reparador puede llegar a ser tan dañino como una dieta llena de azúcares y alimentos procesados, o una vida sin ejercicio.
La falta de sueño afecta a nuestro estado de ánimo, nos volvemos más gruñones e irritables, incrementamos de peso, enfermamos más fácilmente, nos sentimos más hinchados y nuestro sistema inmunológico sufre. Además nuestra capacidad de concentración disminuye y puede afectar a nuestra salud mental.
El no dormir afecta a todas las células y órganos de nuestro cuerpo. No dormir lo suficiente se asocia con la diabetes e incluso con la enfermedad de Alzheimer.
¿POR QUÉ NO DORMIMOS BIEN?
Hay muchos factores que afectan a nuestra rutina de sueño. Puede verse provocado por nuestra situación en el trabajo, medicamentos, estrés, ansiedad, depresión, ciertos alimentos (como la cafeína) dificultan el sueño o incluso el uso de dispositivos electrónicos.
CÓMO MEJORAR LA CALIDAD DE NUESTRO SUEÑO
Lo más importante para tener un sueño de gran calidad es adoptar una rutina, un tipo de ritual que envíe señales de relajación a nuestro cerebro y prepare nuestro cuerpo para una noche de descanso.
- Acostarse a la misma hora todos los días.
- Disfrutar una infusión de hierbas relajante (siempre y cuando esto no interrumpa tu sueño porque tienes que ir al baño). Un cúrcuma latte también es una excelente manera de relajar su sistema nervioso.
- Ejercicios de respiración y meditación para ayudar a despejar nuestra mente y a sentirnos más tranquilos.
- Procura cenar alimentos de origen vegetal, rica en proteínas magras, que te ayudará a recuperarse mientras duerme. Incrementa el consumo de antioxidantes ya que nos ayudan a hacer la digestión y a nuestro sistema inmunológico.
- Disfruta de un baño perfumado con aceites esenciales de lavanda y manzanilla.
- Apaga tu ordenador y el móvil a una hora decente.
- Convierte tu habitación en un oasis. Dormir en una habitación oscura ayuda a estimular la melatonina, una hormona que promueve el sueño. Además, la temperatura de la habitación es vital, debe ser fresca y limpia.
ALIMENTOS PARA DORMIR MEJOR
Recuerdo que mis yayos tomaban un vaso de leche tibia todas las noches justo antes de irse a dormir. Decían que les ayudaba a dormir mejor. Ahora podemos encontrar pruebas científicas de por qué esto ocurre.
Otros alimentos que promueven un sueño de calidad son:
- Boniato: cargado con carbohidratos complejos, estimulan la liberación de serotonina, una hormona que calma el cerebro.
- Alimentos fermentados como chukrut, kimchi, vinagre de sidra de manzana, pasta de miso, yogur o kéfir. Hay un vínculo directo entre nuestro intestino y nuestro cerebro. Cuando nuestro intestino está inflamado, el nervio vago le dice a nuestro cerebro que se sienta incómodo, ansioso y estresado. Y todos sabemos que los probióticos nos ayudan a tener una flora intestinal feliz y contenta.
- Almendras: el perfecto snack para después de cenar, tienen un alto contenido de vitamina B6 y triptófano que también estimulan la serotonina. Pero ojo con las cantidades pues como otros frutos secos, son ricos en grasas (saludables).
- Las verduras verdes, las uvas verdes o las cerezas ácidas son ricas en magnesio, lo que mejora nuestro sueño relajando los músculos.
Dormir debería convertirse en nuestra prioridad número uno, es una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestra salud, física y mental y lo mejor es que ¡es gratis!