Lo de los atracones navideños era impepinable. Que si aperitivos, primer plato, segundo plato con acompañamiento, postre y repostre. Y este ritual se repite tres veces en cuestión de 36 horas: en la cena de Nochebuena, comida de Navidad y comida de San Esteban, que nosotras somos muy de mimetizarnos con las tradiciones locales.
La cuestión es que rendidas a lo inevitable, lo que nos quedaba era lavar nuestra conciencia con elaboraciones no demasiado pesantes y cocinar platos principales nutritivos, fáciles y que en realidad sirvieran para cualquier época del año. Y en Nochebuena, nos decantamos por pescado. Esta vez salmón.
El salmón es rico en omega-3, antiinflamatorio por excelencia. Este omega 3 son ácidos grasos esenciales que tenemos que ingerir con la dieta porque nuestro cuerpo no es capaz de producirlo. Existen diferentes tipos de omega 3, y varían entre otras cosas en función de su capacidad de absorción. Los ácidos grasos del salmón, o cualquier otro pescado azul, son de cadena larga EPA (eicosapentaenoico) y DHA (docosahexaenoico) ¿esto qué significa? Que son los más potentes pues son los que realmente utiliza nuestro organismo para fabricar sus propias sustancias antiinflamatorias.
Pero no solo eso, el salmón además aporta proteínas, hierro, calcio, potasio, vitaminas del grupo B y otros nutrientes imprescindibles para nuestro cuerpo. Ayuda también a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos.
Con el salmón como nuestro ingrediente principal definido, solo nos quedaba darle un poco de gracia para una noche tan especial: ¡rellenándolo!
Ni más ni menos que con hinojo. El hinojo tiene la particularidad de regular el sistema digestivo, favoreciendo la digestión, cosa que nos va a ir genial para gestionar un poco mejor tanta comida.
El resultado, un plato principal nutritivo, vistoso, sabroso ¡y fácil de hacer! Espero disfrutéis mucho de este salmón relleno con hinojo 🙂
Otras recetas con salmón o con hinojo:
Hinojo con alcaparras y tomates
Albóndigas de bacalao con hinojo
Coliflor asada con hinojo, avellanas y granada
- 1 cola de salmón de 1,5 kg
- 1 cebolla roja o 3 chalotas
- 1 hinojo
- eneldo
- 1 limón la mitad en rodajas, la otra mitad en zumo
- cilantro en semillas o polvo o fresco
- aceite
- vinagre
- 150 ml vino blanco o cava
- sal
- pimienta
- cordel para atar y que aguante altas temperaturas
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Pedimos al pescadero que quite la espina y abra la cola del salmón en los dos lomos.
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Encendemos el horno a 180ºC.
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Cortamos 2/3 de las cebolla en juliana (tiras finas) al igual que el hinojo.
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Colocamos una de las colas del salmón en una fuente de horno, con la carne hacia arriba, salpimentamos, espolvoreamos eneldo y cubrimos con las tiras de cebolla e hinojo a modo de cama.
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Salpimentamos el otro lomo (por la parte de la carne) y tapamos la cebolla y el hinojo.
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Procuramos que quede igualado en altura la especie de sandwich de salmón.
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Con ayuda de la cuerda de cocinar atamos el salmón. Si se caen trozos de cebolla e hinojo, no os preocupéis, cuando acabéis de atarlo las metéis por en medio de los lomos.
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Colocamos rodajas de limón finitas entre el cordel y el salmón, a lo largo del lomo y espolvoreamos un poco de eneldo.
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Vertemos el vino blanco sobre la bandeja con el salmón y metemos al horno durante 40 minutos aproximadamente.
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Mientras se hornea hacemos un preparado con la cebolla restante picada muy fina, semillas de cilantro (si no tenemos, podemos sustituirlas por cilantro en polvo o cilantro fresco picado), aceite, vinagre, sumo de limón, sal y pimienta. Dejamos macerar hasta que el salmón se haga.
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Cando saquemos el salmón del horno, con cuidado y ayuda de unas tijeras, retiramos el hilo que lo sujetaba y echamos por encima la picada, ¡y corriendo a la mesa a disfrutar!