Sopa de miso
Esta sopa de miso es rápida, deliciosamente caliente y perfecta para que tu día entre en calor.
Características del miso
El miso es un ingrediente básico en la cocina japonesa. Es una pasta elaborada con soja, que se fermenta con sal y Aspergillus oryzae, un hongo natural. Se puede agregar cebada, arroz o trigo sarraceno al proceso.
Existen diferentes tipos de pasta de miso. En el mercado puedes encontrar miso blanco, miso rojo o miso oscuro. El color depende principalmente del tiempo de fermentación. Cuanto más largo sea, más oscuro e intenso será el sabor; mientras que un período de fermentación más corto producirá un miso más dulce y ligero.
Debido a que el miso está hecho de soja, es una proteína completa que contiene todos los aminoácidos esenciales y lo convierte en una gran fuente de proteínas para vegetarianos y veganos. Pero si no puedes comer soja, no te preocupes, porque también hay otras opciones en el mercado elaboradas a base de algún cereal.
Propiedades del miso
El miso ayuda a la digestión, restaura las bacterias intestinales beneficiosas, tiene un alto contenido de vitamina B y antioxidantes.
La primera vez que probé sopa de miso fue, por supuesto, en un restaurante japonés. Para entonces yo no sabía mucho sobre el miso, así que considero que lo que me estaban dando era solo un poco de agua aromatizada con algunas algas. Sí, lo sé, tenía mucho que aprender. Ahora que soy consciente de su poder, simplemente me encanta y trato de encontrar cualquier excusa para usarlo.
O puedes hacer una sopa de miso básica como la que te muestro hoy, usarla para aderezar con tahin o rociar sobre col rizada, hay un sinfín de cosas que puedes hacer con la pasta de miso.
- 2 cucharadas de pasta de miso yo usé miso oscuro
- 4 champiñones
- 1 puñado de col blanca
- 1 zanahoria
- 100 gramos de fideos soba
- 1 puñado de cilantro fresco
- 1 litro de agua filtrada
- 1 ajo laminado
- 1/2 cta jengibre fresco rallado
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Cocine los fideos según las instrucciones del paquete y reserve. Pon el agua a hervir en una olla a fuego medio.
En otra olla, añade el agua hirviendo, ralladura de jengibre, ajo laminado, los champiñones laminados, el repollo y zanahorias en juliana. Dejar cocer 2-3 minutos. Apagar el fuego.
Añada la pasta de miso y da vueltas para que se disuelva. Es importante que el miso no hierba para no perder su propiedades. Agrega los noodles.
Sirva inmediatamente con cilantro fresco.