Pollo a la sartén con albaricoques
Este pollo a la sartén con albaricoques es una comida llena de color y sabor, bonita y deliciosa. Además es rápida, fácil y una excelente manera de usar los albaricoques y tomates que están en plena temporada.
En verano mucho se habla de la sandía, el melón, el pepino o los tomates, pero hay muchos otros ingredientes ricos y deliciosos para sacarle jugo, y una de esas otras delicias del verano son los albaricoques.
Los albaricoques son ricos en las tres vitaminas antioxidantes por excelencia, vitamina A, C y E, por lo que resultan geniales para prevenir la degeneración celular producida por los radicales libres (esas moléculas inestables que andan sueltas y que roban electrones causando daño, mutación y muerte celular = envejecimiento). Son especialmente buenos para la salud de los ojos, de la piel y nos previenen de infecciones.
Normalmente se comen con la piel por lo que es aconsejable comprar los que sean ecológicos. Han de tener un bonito color anaranjado, que estén maduros, con la piel lisa y la pulpa firme. Una vez en casa se pueden conservar un par o tres días a temperatura ambiente y hasta una semana en el frigorífico, en la zona menos fría y sin apilarlos para que no se dañen.
Se suelen disfrutar así al natural, pero su carne jugosa y dulce y ese ligero punto de acidez, lo hacen super versátil, ideal para preparar tartas, sorbetes, macedonias, mermeladas o en un plato salado como el que os traigo hoy.
Y es que con la llegada de los días de verano, mi objetivo es utilizar todos los productos de verano que pueda y pensar algunas formas más creativas de incorporarlos en las recetas.
Este pollo a la sartén con albaricoques tiene una mezcla de sabores marroquíes clásicos con sabores frescos de verano y encima es fácil y delicioso.
Si te animas a probar esta receta, te agradeceré muchísimo que dejases un comentario aquí o que subieses una foto a Instagram etiquetándome (@healthyforkful). Me encanta saber de vosotros y me llena de ilusión saber que esto llega a alguna parte 😛
- 500 g de pechugas de pollo de corral o eco deshuesadas
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharaditas de pimentón
- 1 cucharadita de jengibre molido
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de orégano seco
- sal y pimienta
- 240 ml caldo de pollo o verduras o agua
- 1 calabacin cortado en medias lunas
- 6 albaricoques frescos cortados en gajos
- 300 g tomates cherry cortados a la mitad
- unas hojas frescas de albahaca picadas
- 50-70 g de queso feta desmenuzado
- zumo de 1/2 limón
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Unte el pollo con 1 cucharada de aceite de oliva, pimentón, comino, jengibre, orégano, y sazone generosamente con sal y pimienta.
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Caliente una sartén grande a fuego medio-alto. Agregue el pollo a la sartén y dora por ambos lados hasta que esté dorado, aproximadamente 5 minutos en total.
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Reduzca el fuego a medio bajo y vierta el caldo de pollo. Tape y cocine a fuego lento el pollo durante 5 minutos hasta que esté medio cocido. Arregle el calabacín y los albaricoques alrededor del pollo, si ves que el caldo se ha evaporado añade un poco más. Tapa de nuevo y deja hacerse otros 5-10 minutos, hasta que el pollo esté hecho en su interior.
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Mientras tanto, combine los tomates, la albahaca, un chorrito de aceite en un bol mediano.
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Cuando el pollo esté hecho, coloque los tomates sobre el pollo, espolvorea con el queso feta, zumo de limón y a comer!