Polos de Melocotón y Jengibre
¿Cómo ha ido el fin de semana? Por aquí ya pensando en la fantástica noche de San Juan, horneando cocas, tirando petardos, leyendo sobre embrujos…, ya ya sé que aun quedan dos semanas pero es que es una noche mágica y especial. San Juan da comienzo al verano y por ello hoy quería traeros una receta del dulce predilecto de la estación, y es que, si la ensalada es el plato estrella del verano, ¿cuál será el postre preferido de esta época? …. Bingo, ¡el rico helado!
Pero no os preocupéis que hoy toca de los fáciles, nada de heladeras, boles en el congelador, crema inglesa ni nada complicado. Hoy vamos a por …. ¡los polos! Esos maravillosos helados de hielo que tanto me recuerdan a cuando era pequeñita, me volvían loca, aunque lo que no me gustaba era que el sabor se esfumaba a los pocos segundos y me quedaba comiendo solo hielo.
Afortunadamente ahora me los preparo yo, y es que no hay excusa para no hacer unos ricos polos, solo necesitáis unos moldes*, frutas bien sabrosas y lo más difícil, un poco de paciencia para que la magia de lugar a unos magníficos y refrescantes tentempiés. (*ver nota a final del post)
Lo mejor es que en verano hay un montón de diferentes frutas, todas ricas y deliciosas, por lo que podemos hacer polos de infinitos sabores, ciruelas y cerezas; melón, menta y lima; mango y naranja; frambuesa y limón; incluso de vuestros cocktails favoritos, polos de mojito, de bloody Mary, de caipirinha …. como os digo, millones de mezclas increíbles que os harán disfrutar en las altas temperaturas.
Hoy apostamos por una de mis frutas favoritas, los melocotones.
Los melocotones dulces y jugosos combinan perfectamente con el toque picante del jengibre, una inspiraciónd el sur de Asia que os sorprenderá.
- 6-7 melocotones maduros pelados y deshuesados
- 1/2 cucharada de jengibre fresco rallado
- 30 g miel
- 60 g yogur natural
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Triturar los melocotones con el jengibre, probarlo y añadir la miel que creáis necesaria, a vuestro gusto. Añade el yogur natural y vuelve a triturar.
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Vierte en los moldes y congela.
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Cuando estéis preparados para coméroslos, simplemente pon un molde debajo del grifo para facilitar que se desmolde.
Si no tenéis moldes de polos, no os preocupéis, verter la mezcla en un taper, congelar y a la hora de servir, hacerlo a cucharadas, como si fuese un sorbete.