Teóricamente, si fuésemos máquinas, como un coche por ejemplo, comeríamos solo cuando tuviésemos hambre, cuando necesitásemos combustible para funcionar.
Puede tener sentido, si solo comes cuando tienes hambre, entonces te estarás proporcionando con suficiente combustible para estar saludable sin excederte en la ingesta de calorías y entonces sería fácil mantener tu peso y figura ideal.
Pero la verdad y afortunadamente para nosotros, es que no somos máquinas, como seres humanos que somos, tenemos sentimientos, sentimos emociones y disfrutamos de un cerebro inteligente.
Si has probado la estrategia de solo comer cuando tienes hambre, es probable que te hayas lamentado por tu falta de fuerza de voluntad, que te hayas culpado por ello y por sabotear tus objetivos. Esta frase puede sonarle familiar … «Trato de comer solo cuando tengo hambre, pero puedo quitar mis manos de la caja de donuts o de la bolsa de patatas fritas».
Mientras sigas este consejo y pretendas que es un objetivo alcanzable, más tiempo sufrirás, y más lejos estarás de lograr tus objetivos de salud.
Nosotros, como humanos, comemos por hambre, pero también por muchas otras razones.
Placer
Siempre he dicho que me encanta la comida, realmente disfruto cada bocado y es porque la comida es deliciosa y puede llegar a ser muy gratificante. Muchas veces comemos solo porque nos gusta un alimento en particular. Esto es un hecho y una característica, no un error.
Emociones
Es común que algunas personas vayan a la comida en respuesta al estrés, la ansiedad, la vergüenza o cualquier otra emoción negativa. Pero también está el lado cuando nos convertimos en comida para celebrar y ser parte de una alegría y felicidad, pensar en la gran fiesta en bodas, fiestas de cumpleaños y grandes eventos sociales.
Hábito
De pequeña desayunar a primera hora de la mañana, apenas me despertaba iba directamente a la cocina en busca de mi bol de cereales. ¿Cuántos de vosotros coméis porque es la hora de comer? Cuando adoptas hábitos alimenticios saludables, tu cerebro aprende a moderar los niveles de hambre de acuerdo con unos ritmos que estableces. Pero si desarrollas hábitos alimenticios poco saludables, esto puede funcionar en tu contra; por ejemplo, puedes entrenar tu cerebro para que siempre coma una tableta de chocolate después de la cena, terminas haciéndolo como un hábito, no porque realmente lo desees.
Socializando
Donde nacemos, crecemos y vivimos, determina muchas veces qué, cuándo, dónde, cómo y por qué comemos. Esto está genial, de ahí la gastronomía local, que en Alaska coman tan diferente a Francia por ejemplo, el problema comenzó cuando llegó la industria, la globalización y los alimentos procesados. Ahora puedes encontrar el mismo tipo de comida poco saludable en todo el mundo y el mundo tiende a consumir lo mismo.
Deficiencia de nutrientes
Es importante que cubramos todas sus necesidades nutricionales. Al comer, debes proporcionarle a tu cuerpo con todos los minerales y vitaminas que necesita, así como también proteínas, carbohidratos y grasas. Puedes atiborrarte a comida, pero si no recibes los nutrientes necesario, seguramente experimentarás antojos de seguir comiendo. Por ejemplo, tus ansias por el chocolate pueden estar diciéndole que tienes una deficiencia de magnesio.
Todas estas motivaciones/razones para comer son perfectamente válidas, el problema surge cuando tomamos malas decisiones alimenticias y / o comemos en exceso en esas situaciones. Entonces, el problema es el resultado de comer alimentos no saludables en lugar de las razones para comerlo.
Está bien comer algo como consuelo después de un día estresante en el trabajo, comer porque sabe bien o disfrutar de una comida con tus amigos. Esto es totalmente normal y comprensible, y es parte de estar vivos.
En realidad, ignorar tus antojos o reprimirte puede conducir a atracones. Solo comer cuando tienes hambre no es práctico y no funciona, te hace sentir culpable y es muy probable que acabes saboteando tus objetivos.
Necesitas una estrategia que realmente te ayude a tomar mejores decisiones, y solo comer cuando no tienes hambre, no lo es. Debe saceptar que hay una razón válida detrás de todos tus deseos de comer, ten en cuenta todas esas necesidades y no las ignores.
Si aceptas esos motivos y crees que son válidos, cuando te encuentres frente a un alimento «no saludable» y tu fuerza de voluntad flaquee, es posible que comas algunas calorías más de lo previsto; pero si crees que solo deberías comer cuando tienes hambre y te encuentras en la misma situación con una gran mesa de comida «poco saludable» y falta de fuerza de voluntad, estoy segura que terminarás comiendo mucho más y encima no lo disfrutarás.
Cuando estamos experimentando dificultades o algunos baches en nuestra vida, es maravilloso esforzarse por que los hábitos satisfagan tus necesidades de hambre con alimentos naturales y evites comer alimentos procesados impulsivamente. Pero también es importante conectarte con tus seres queridos, cuidar tus necesidades emocionales e incluso disfrutar de los placeres de la vida.
La comida es una parte super importante de la vida, es relevante para todos sus valores, no solo para la salud. Una vez que aceptas esto, es mucho más fácil equilibrarlo correctamente.
¿Eres de los que solo comen cuando tienes hambre? ¿Como ha sido la experiencia?