Mis recuerdos de San Valentín comienzan en la universidad. Una día, hablando con mi hermana, llegamos a la conclusión de que no queríamos esperar a tener novio para celebrar San Valentín. Nos teníamos la una a la otra, nos queríamos y sabíamos que íbamos a estar siempre ahí. Así que decidimos que yo iba a ser su Valentín y ella iba a ser la mía.
Mi madre solía preparar una cena especial ese día (todavía lo hace) y esta vez nosotras también íbamos a ser protagonistas. En el momento de intercambiar regalos, estaba muy emocionada, tenía una taza con un corazón para mi hermana y aunque ella pensó que estábamos bromeando y no me regaló nada, en realidad no importó, pues fue el comienzo de una hermosa tradición entre nosotras. Desde entonces, cada año intercambiamos algo (aunque sea una postal) como símbolo de nuestro amor fraternal.
Es importante darse cuenta que el amor, y el Día de San Valentín, no se trata solo de tener una pareja. Love is in the air! En las personas que te rodean. Encuentras el amor en una gran película, en los lugares que llamas hogar, en las flores frescas. El amor es disfrutar de un masaje, practicar tu deporte favorito y de una deliciosa cena.
Hay mucha presión en esta fecha por estar enamorado o en una relación romántica. Mira más allá de eso, celebra el amor que puedes encontrar en todos los aspectos de tu vida.
En este momento, lo que a mi me hace muy feliz y sentir el amor, son estos deliciosos y saludables Ferrero caseros que hice durante el fin de semana. Con un maravilloso toque crujiente y un profundo sabor a sirope de arce son lo más. Y, por supuesto, ¡son incluso mejores que los originales!
Si eres adicto al chocolate como yo, asegúrate de probar el pastel de chocolate y remolacha, este delicioso batido de plátano y chocolate y no olvides la granola de chocolate del ebook gratis.
Me encantaría saber cuál es tu plan para celebrar el Día de San Valentín este año. Por favor, deja un comentario a continuación o etiqueta una foto #healthyforkful en Instagram así no me la perderé.
¡Disfruta del amor de las pequeñas cosas!
- 150 gramos de avellanas molidas
- 50 gramos de harina de avena
- 100 gramos de dátiles deshuesados
- 18-20 avellanas enteras asadas y sin piel
- 1 cucharada de cacao en polvo
- 1/2 cucharadita de extracto de arce puro
- 100 gramos de avellanas enteras
- 25 gramos de azúcar de coco o miel
- 100 gramos de chocolate negro derretido
- avellanas caramelizadas desmenuzadas
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Comience a hacer las avellanas caramelizadas. En una bandeja de horno de lino, coloque 100 gramos de avellanas, rocíe la miel y mezcle bien. Hornee a 160º hasta que las avellanas estén caramelizadas, aproximadamente 10 minutos, tenga cuidado de no quemarse. Cuando esté frío, colóquelos en un procesador de alimentos y triture. Reserva.
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Coloque los dátiles en un procesador de alimentos y pulse hasta que se conviertan en una pasta.
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Agregue avellanas, harina de avena, cacao, esencia de arce y tritura una vez más hasta que se combinen y obtendrá una pasta homogénea.
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Coja una cucharaditas de la mezcla. Aplane cada porción en la palma de su mano, coloque una avellana entera en el medio y luego cierre la mezcla alrededor de la avellana.
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Derrita el chocolate, sumerja una trufa en el chocolate, asegurándose de que esté bien cubierto. Luego enrolle las avellanas caramelizadas desmenuzadas. Déjalos enfriar.