Shakshuka es un plato muy popular del norte de África elaborado con pimientos, salsa de tomate y huevos.
Hay toneladas de recetas y versiones en Internet, pero quería compartir la mía con vosotros, ya que es muy especial para mí.
La primera vez que hice shakshuka fue para mi queridísima amiga Adrianna hace unos años (¡hace ya 5 años!). Un día decidimos a última hora cenar en mi casa, ella vendría directamente del trabajo, así que me tocaba cocinar a mí. Ella es encantadora y super easy en cuanto a comida se refiere, así que sabía que cualquier cosa que preparara ella disfrutaría. Había un plato que llevaba un tiempo rondándome la cabeza, por aquel entonces no sabía su nombre, ni tampoco su gran popularidad, pero parecía delicioso y nada laborioso, así que decidí hacerlo.
Las dos somos foodies, nos encanta hablar de comida, disfrutar de la cocina y divertirnos comiendo. Además somos bastante fáciles de complacer. Ingredientes simples, frescos y de buena calidad es todo lo que necesitas para hacernos felices.
Se podría decir que Shakshuka son solo pimientos guisados en salsa de tomate con huevos en la parte superior, pero es tan bueno y lleno de sabor, las especias están tan bien combinadas y equilibradas que tuvimos una cena realmente sorprendente.
Hace poco encontré una prueba de esa increíble cena, una foto que se tomó con la idea de publicarla en por aquel entonces mi blog, pero que de alguna manera nunca llegué a subirla (probablemente porque la calidad de la foto la hizo más que olvidable 😅). La verdad que me alegro de que mis habilidades fotográficas hayan mejorado un poco.
Bueno, desde esa cena, este plato ha estado en mi mesa muchas veces, es una receta de esas que siempre van bien cuando no sabes qué cocinar, o cuando no te apetece liarte en la cocina o para cuando tienes unos cuando pimientos muriéndose de risa en la nevera.

- 1 cucharadita semillas de comino
- 1 cebolla cortada en rodajas finas
- 2 pimientos rojos cortados a la mitad sin semillas cortados en rodajas finas
- 1/2 cucharadita pimentón ahumado
- 400 gr tomates en lata troceados
- 4 huevos
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra recién agrietada
- cilantro fresco o perejil picado
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Tueste las semillas de comino a fuego medio en una sartén con un poco de aceite de oliva. Después de un par de minutos, agregue la cebolla y saltee durante 8 minutos.
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Agregue los pimientos y continúe cocinando a fuego lento, tapados, por lo menos 15 minutos, hasta que los pimientos estén blandos.
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Agregue pimentón y tomates con su jugo, un poco de sal y pimienta. Cocine suavemente por 10-15 minutos.
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Ajuste el condimento si es necesario. Haga 4 huecos en la superficie y cuidadosamente rompa un huevo en cada uno. Cubra la sartén y deje que los huevos se pongan durante aproximadamente 10 minutos.
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Cuando las claras estén cuajadas y las yemas todavía estén blandas, retírelo del fuego y sírvalos con una buena rebanada de pan y espolvoree con hierbas picadas.